Las Flores de Bach II

La acción de las Flores de Bach es siempre el tema de discusión entre quienes las han tomado y pudieron comprobar su efecto y quienes aún no pueden aceptarlas como método preventivo o menos aún curativo.
El hecho es que las flores de Bach no trabajan sobre el cuerpo físico, sino directamente sobre el campo emocional. Esto es, no se trata de un fenómeno químico que altere el funcionamiento de ninguna molécula en el cuerpo, sino que es una medicina vibracional que actúa sobre la energía física. No es más por lo tanto, que un fenómeno físico y es por esta razón que a veces es tan difícil de explicar a nivel científico.
Veámoslo así: si acercamos una aguja a un imán, esta es atraída, y si luego acercamos a su punta otra aguja más, veremos que ambas quedan unidas por la punta, aún estando lejos del imán la segunda de ellas. Las propiedades de las agujas no se han alterado, ni siquiera su forma, pero están unidas entre ellas. Lo mismo sucede con las emociones. Nuestra esencia positiva se ve cubierta en algún momento por una circunstancia negativa que nos afecta y queda pegada a nuestra energía. Luego esa misma cobertura (a la que el Dr. Bach llamaba capas de cebolla) va atrayendo otra y otra circunstancia como si fuese un imán, hasta que ya nuestra parte positiva queda totalmente escondida en algún nivel de nuestro interior. Como resultado comenzamos a actuar de un modo determinado en el que nos cuesta siquiera reconocernos pues sale de nuestro mundo habitual o conocido, pero que ignoramos por qué razón se ha fijado allí.
Finalmente llegamos a adoptar esta nueva forma de comportamiento pensando que es el "nuevo yo" (aunque no estemos del todo conformes con él) y olvidamos cómo éramos antes. En este punto, hemos dejado de lado nuestra verdadera esencia. Ya no sabemos quiénes somos y al mismo tiempo sentimos que estamos actuando de un modo que no nos permite sentirnos bien en nuestra piel. La función de las Flores de Bach será entonces, limpiar por vibración todas esas "capas" instaladas sobre nuestra esencia positiva, de adentro hacia afuera, soltándolas en forma espontánea, sin necesidad de hacer procesos mentales y a veces hasta sin ser consciente de ello si no fuese por los resultados.
De este modo la persona se reencuentra consigo misma, recupera su Unión, es decir, la armonía entre lo que siente, piensa y hace. Cuando esto sucede, puede actuar sin miedos, con la seguridad de estar yendo hacia su objetivo de vida, cualquiera que este sea.
Este es el efecto de las Flores de Bach. Cuando aquellas capas indeseadas que nos cubrían son liberadas (a la inversa del imán), mejoran nuestras vibraciones y nos sentimos mejor con nosotros mismos. Para alguien que se había perdido a sí mismo debajo de tanto stress, miedos, inseguridades o inestabilidad, es como si los rayos del sol pudieran volver a brillar en todo su esplendor luego de la tormenta, cuando finalmente las nubes se han apartado.
En síntesis, las Flores de Bach son un, método preventivo para las enfermedades provocadas por emociones negativas; ellas permiten volver al sí mismo, reencontrarse con el verdadero yo, pues ayudan a recordar quién somos. Por ello son desde hace tanto tiempo, un método de autoayuda que permitirá sin duda, mejorar nuestra calidad de vida.

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

Espero que hayas disfrutado de este material de lectura. Si te interesa aprender sobre Flores de Bach a un nivel profesional, te invitamos a conocer nuestra carrera a distancia Terapeuta en Flores de Bach.